LOS FUNDAMENTOS
En el camino de la vida, a menudo enfrentamos desafíos que ponen a prueba nuestra fe y determinación. Para nosotros, el anhelo de ser padres fue uno de esos desafíos. A través de esta historia, queremos compartir nuestro testimonio de cómo la fe, el amor y la perseverancia nos llevaron a experimentar la maravillosa bendición de la paternidad.
- Durante todo este proceso nos tomamos de dos pasajes bíblicos y los hicimos nuestros:
Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
..:: Génesis 12:2 ::..
>> 13 Pero el ángel le dijo: Marcos (Zacarías), no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Claudia (Elisabet) te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Iago (Juan). 14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; 15 porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. 16 Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. 17 E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. ..:: Lucas 1:13-17 ::..
EL SUEÑO DE SER PADRES
Desde el principio de nuestro matrimonio anhelábamos ser padres, pero, como muchas parejas, enfrentamos obstáculos inesperados en nuestro camino hacia ese sueño.
Al principio, tras realizar algunos exámenes, mi esposa desarrolló una infección en las trompas que casi le cuesta la vida.
Los médicos me dijeron textualmente: «si su mujer supera las próximas dos horas vivirá, si no tendrá que hacerse a la idea de perderla».
Tras cinco horas de operación y con una trompa menos, vinieron unos meses de recuperación y pruebas para intentar rescatar la otra trompa que finalmente también se la tuvieron que quitar cuatro meses después.
A pesar de las dificultades, decidimos aferrarnos a nuestra fe y confiar en que Dios tenía un plan perfecto para nosotros.
Si él lo prometió, él lo iba a cumplir.
El proceso
Nuestro viaje hacia la paternidad fue una montaña rusa de emociones. Experimentamos la incertidumbre, las ganas y la impaciencia; pero nunca perdimos la esperanza. A través de la oración y el apoyo de nuestro ministerio, encontramos aliento y fortaleza en nuestra fe.
La bendición de la paciencia
A medida que pasaban los meses, aprendimos una lección valiosa: la paciencia es una virtud que fortalece el alma. Aunque nuestros deseos de ser padres parecían lejanos en ocasiones, nuestra fe en Dios nunca flaqueó.
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Finalmente, después de un largo viaje, experimentamos la alegría indescriptible de convertirnos en padres. En ese momento, comprendimos que la espera y la fe valieron la pena. Nuestro hijo es un recordatorio constante de la gracia de Dios y la belleza de sus planes.
Los frutos
Nuestro testimonio es un recordatorio de que, incluso en medio de los desafíos más difíciles, la fe y la esperanza pueden llevarnos a experimentar las bendiciones más grandes.
Esperamos que nuestra historia inspire a otros a confiar en Dios y a mantener viva la llama de la esperanza sin importar cuán incierto parezca el camino.
Este artículo es un testimonio de nuestra fe en Dios y como él cumplió nuestro deseo de ser padres.
Saludos Marcos, Claudia y Iago
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